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El aspecto más etéreo del Rolls-Royce Phantom EWB -como su nombre indica elocuentemente- no es sólo su imponente presencia en la carretera, sino el sereno susurro de su potente motor V12 de 6,75 litros, que despierta con un digno silencio. Porque el Phantom EWB es la personificación de la opulencia, exudando un aura de regio refinamiento sinónimo de la prestigiosa marca británica Rolls-Royce.
El aspecto más impresionante del Rolls-Royce Phantom SWB es la elegancia que desprende, perfectamente complementada por el suave y autoritario rugido de su formidable motor V12 de 6,7 litros. Esta majestuosa berlina no sólo encarna la cúspide del lujo automovilístico, sino que también representa la sofisticación y grandeza atemporales sinónimo de la ilustre marca británica Rolls-Royce. Desde su imponente y elegante silueta hasta su meticuloso interior, cada detalle del Phantom SWB es testimonio de una artesanía sin parangón y de una experiencia de conducción extraordinaria.
Negro como el infinito en el exterior -en el interior brilla un cielo estrellado de más de 1.300 luces de fibra óptica-, el Rolls-Royce Cullinan en la edición Mansory es un auténtico príncipe de la oscuridad. Su profunda alma negra se ve contrastada por elementos cromados oscurecidos y el color de acento "Forge Yellow", que define claramente la impresionante carrocería como una línea estrecha; en el interior, contornea decididamente el salpicadero y los asientos.
Con el Cullinan, Rolls-Royce demuestra que el término SUV no tiene por qué estar reñido con el lujo y la exclusividad: No en vano lleva el nombre de uno de los diamantes más grandes jamás encontrados, pues es una presencia imponente tanto fuera de la carretera como en el asfalto. Equipado con una arquitectura Spaceframe de aluminio (ASF), un motor V12 biturbo y una suspensión neumática adaptativa para el uso fuera de la carretera, supera fácilmente a la competencia.
El elemento más cautivador del Rolls-Royce Cullinan Black Badge es su incomparable mezcla de potencia y sofisticación. Con su motor V12 de 6,75 litros, el Cullinan Black Badge despierta con una presencia refinada pero asertiva, encarnando el cenit de los SUV de lujo. Este exquisito vehículo irradia la grandeza y exclusividad que definen el legado de Rolls-Royce, ofreciendo una extraordinaria experiencia de conducción envuelta en un aura de elegancia suprema y artesanía sin igual. El Cullinan Black Badge se erige como testimonio de lo último en lujo y prestaciones automovilísticas.